Como seres humanos nunca hemos sido conscientes de las fuertes e imborrables marcas que dejamos en nuestro camino. Hoy en día andamos sobre nuestros propios desastres, pero creo firmemente que aún podemos reducir el impacto de nuestras huellas.
La historia del mundo ha tenido momentos difíciles, pero también nos ha regalado los mejores amigos: los perros. Sin embargo, gracias a nuestros errores estos fieles compañeros también han sufrido. Los hemos abandonado en las calles con una mala calidad de vida, olvidando que son nuestra conexión con la naturaleza.